Librado Rivera
El último de los magoneros
El viejo miró hacia el suelo como queriendo confirmar que tenía los pies sobre territorio mexicano, y luego dirigió la vista hacia atrás, a los dos agentes norteamericanos que lo habían traído esposado desde Fort Leavenworth y que ahora volvían a internarse en Estados Unidos de Norteamérica. Había ganado una guerra. Suspiró y sonrió. Fue una pequeña guerra, personal, terca. Una mínima satisfacción dentro de la enorme derrota.
En la cabeza, compuso su primer manifiesto en territorio mexicano: Manifiesto a los trabajadores del mundo dos puntos aparte Soy el felón presidiario de Leavenworth punto y seguido Soy el insoportable coma el trastornador del orden puntos suspensivos Vengo deportado para no volver jamás Interrogación (porque ahora las máquinas de escribir tendrían interrogación de apertura, ¿o no la tendrían?) y se cierra interrogación Eso me honra ante vosotros punto Admiraciones ¡A la lucha hermanos! Vengo dispuesto a ayudaros en la continuación de la obra interrumpida.
GRACIAS COMPAÑERO PACO IGNACIO, LOS RUCOS DE VALLE DEL YAQUI TE SALUDAN
Al parecer está caída la liga. De antemano gracias por la atención.
como hago para realizar la descarga del libro, saludos Paco Ignacio Taibo II
Sólo tienes que dar click en el botón azul
que muestra en número de descargas del libro