La chispa
Orígenes del Movimiento Urbano Popular en el Valle de México
Desafiante, Catarino Cantia apretó la fusca que acababa de arrancarle de las manos a Manuel Urbano Vega y lo miró con rostro de piedra. Arrodillado a la sombra de un pirul el líder entregó tembloroso los papeles que lo acreditaban como representante de la colonia. Urbano sintió un sudor frío. “¿Cómo le hizo para arrebatarme la pistola?
¿No era éste el calladito, siempre parado al fondo? ¿Deberá alguna vida?”
El escenario de este acto era una ladera pedregosa al borde de la autopista México-Puebla sobre las faldas del volcán Tetlalmanche, al oriente del ancestral Cerro de la Estrella, en la Sierra de Santa Catarina. Un lugar sin límites jurisdiccionales definidos, en el borde entre el Distrito Federal y el Estado de México, donde ni escuela, ni agua, ni luz había. En la naciente colonia tampoco existían caminos para que entraran camiones de pasajeros o pipas, sus habitantes tenían que correr a la Ampliación Los Reyes La Paz por una o dos cubetas de agua. Cuenta Honorato Montiel Apolonio: “Así estuvimos viviendo varios meses. Las personas compraban todo lo indispensable para comer desde otras colonias cercanas… en este lugar sólo se encontraban rocas y algo de pulque”.
Muy buena idea , de hacer lo que están haciendo.