Sin Edmundo Valadés la literatura mexicana no habría podido madurar como se debe. A mediados del siglo XX impulsó al cuento como género madre para una genuina apropiación por las letras, de lo que el movimiento armado desató en 1910. Nuestra posrevolución conservaba las cicatrices que produjeron diez años de lucha sin cuartel y añadía nuevas, resultado de un proceso inacabado cuando el Constitucionalismo se levantó triunfante. Las décadas de 1920 y 1930 fueron casi tan intensas como aquél y la Dictadura perfecta que nacía a continuación estaba también atravesada por gruesas heridas.
Si la narrativa era incapaz de traducir procesos de tales dimensiones, ¿cuándo daría el salto que necesitaba? En 1939 Valadés fundó una revista llamada, justamente, El cuento, en la cual, empezando por él mismo, reuniría a una espléndida generación de escritores (Juan Rulfo, Juan José Arreola, Augusto Monterroso, Octavio Paz, entre otros muchos), que luego de una relativa corta vida volvería a editar en 1964. Con ello se comprometía a la necesaria labor complementaria: crear lectores. Antologaría cuanto pudiese, tejiendo puentes hacia la literatura universal (Jacinto Benavente, Thomas Mann, Anatole France, Rudyard Kipling, Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez…).
La muerte tiene permiso, el cuento que más sigue identificándolo, es una obra maestra del género en México. Nuestro pueblo rebelde asoma allí mejor que nunca, quizá. Ese pequeño, maravilloso texto, preside la antología que
presentamos. Un misterio en el aire es una mirada desde la modernidad. La muerte vuelve a sentar sus reales entre los vivos durante el soplo (página y media) de Estuvo en la guerra, otros relatos avanzan sobre el microcuento, así tal vez más eficientes, y algunos más, como Todos se han ido a otro planeta, muestran cuán lejos llegó nuestro autor en su búsqueda.
Don Edmundo (1915-1994) nació en Guaymas, Sonora. Agradecemos a Adriana Quiroz, su viuda, por permitirnos la publicación de los textos que integran la antología.
Esta es una publicación gratuita y es cortesía de la Rosa Luxemburg Stiftung y Para Leer en Libertad AC.