Memorias Chilenas 1973
NOVIEMBRE DE 1971
El sol que entraba a raudales por mi ventana me sacudió el sueño casi diez minutos antes de que Omar y Gunther vinieran a sacarme de la cama, el día en que debía llegar Fidel Castro a Santiago. Entraron ruidosamente a mi departamento cantando, bailando y haciendo todo el escándalo posible y vacilándome por ser tan flojo. Eran las ocho y media. Omar preparó un poco de café con leche mientras yo me vestía. Mis amigos abalanzándose y escudriñando media docena de periódicos que llevaban impresos titulares en colores y retratos oficiales del “líder máximo” de Cuba.
El Siglo, el diario del Partido Comunista, dedicaba su primera página íntegra a una de esas fotografías con la palabra “BIENVENIDO” estampada en rojo, cruzando el pecho de Fidel. La Nación, el periódico pro-socialista del gobierno, también abría con una foto a color del primer ministro cubano y al pie daba un pequeño resumen biográfico.
El Clarín, la publicación más sensacionalista del ala izquierda, recordaba a sus lectores que la hora programada de la llegada de Fidel sería a las cinco de la tarde, e incluía un mapa detallado de la ruta que él y Allende seguirían. A lo largo de ese día, 10 de noviembre de 1971, los murmullos de emoción, al estar observando la historia hacerse, iban creciendo en intensidad, de tal forma que para el anochecer me sentí como si hubiera sido inundando por una marea cargada de vida.
Gracias por compartir la riqueza del mundo (el pensamiento), mayor fuente de energía no podemos encontrar