No habrá recreo
Cada día, una hora antes de la salida de clase, los estudiantes contaban en el salón sus sueños y el profesor los comentaba. Antes de terminar la jornada les recordaba: “ya saben su tarea: antes de dormirse, suelten el cuerpo, respiren profundo y cierren los ojos. Piensen en algo agradable que les haya pasado o que quieran hacer y que el sueño les llegue pensando en eso. Y cuando despierten, no se les olvide que lo primero que tienen que hacer es escribir lo que soñaron”. Profesores como ése son los que la reforma educativa quiere eliminar. Ellos no caben en el modelo pedagógico que se quiere establecer. Son un estorbo. No hay forma de calificarlos. Hay que deshacerse de ellos. ¿Cómo examinar a alguien que enseña a sus alumnos a soñar?
Luis Hernández Navarro
En este mundo globalizado, está prohibido soñar, sólo cuenta lo práctico, lo utilitarista. Ser rico, salir en Forbes, codearte con los más ricos, con los más famosos, así sean deleznables, es la máxima aspiración de estos entes. Pretenden a un ser humano-máquina, un robot-esclavo para explotar al méximo, un ser sin ser emociones, un ser 100% manipulable.
Que buen texto! Gracias!
Perfecto para cultivarte y crear ese habito de la lectura !
que bien de poder leer gratis
Soñar, imaginar, sorprenderse, recrearse y sentir ese placer por la lectura, nos transporta a mundos fantásticos, mágicos pero también reales. ¡¡¡ Anímate a leer !!!
Bastante malo el libro. Tendencioso, parcial, une frases sin sentido y sin contexto. No permite al lector establecer los juicios de valor, y no solo toma militancia sino que no hay un solo cuestionamiento crítico al grupo que defiende. De hecho hasta les pone el nombre de “maestros democráticos”, el autor ya se atribuyó con eso la verdad absoluta y la división de buenos y malos.
Intenta desvirtuar los análisis de organismos como la OCDE o Pisa a través de dogmas ideológicos (curiosamente más desprestigiados en los hechos como lo son los marxistas-leninistas o el nacionalismo revolucionario) y no de datos duros, como por ejemplo con la normal de Ayotzinapa, en la cual cualquier persona con mínimo conocimiento de administración, economía, finanzas o contabilidad se dará cuenta de algo muy simple, tienen presupuesto de sobra para hacer todo lo que demandan en las calles. Obviamente ese dato no es incluido, a propósito, porque entonces la pregunta sería ¿de qué forma están organizados que no tienen ni para pintar sus paredes? Propone al mismo tiempo que sus demandas son justas, pero lo único que piden son más recursos, los cuales está totalmente a la vista que con los que tienen de sobra no han sabido administrarlos en beneficio de la educación y por lo tanto el aumento de recursos es solamente una falacia, tendrán los mismos resultados. Al mismo tiempo no toca la relación de los grupos que son dueños de esas normales con grupos de poder, ya sea político o criminal, curiosamente que es donde se generan la mayor cantidad de conflictos y por supuesto lo hacen para controlar los recursos.
Se centra totalmente en el rechazo a la evaluación de docentes, muestra opiniones de decenas de supuestos académicos expertos. Pero, eso lo hace sabiendo que muy pocos irán a revisar las evaluaciones, a pesar de que están en línea y a la vista de cualquier interesado. Al ver el examen para los docentes, es realmente ridículo cualquier argumento de esos académicos, al parecer ni siquiera se dieron el tiempo de revisarlo. El examen es de una absurda sencillez, que es inaceptable que un profesional de la educación falle algún reactivo. E incluso lo más aberrante es que incluye algunos reactivos que exploran el conocimiento de los planes de estudio. En esta parte, de acuerdo a las estadísticas se encuentra un total desconocimiento del modelo educativo por parte de los docentes. ¿Cómo, entonces, si desconocen el plan de estudios, métodos, etc, pueden rechazarlo o sugerir que no sirve? ¡Ni siquiera lo conocen!
Estoy de acuerdo en que existen mejores métodos de evaluación que un examen, pero, en serio, si no pueden con algo tan simple, el nivel de conocimientos que se necesitan para pasar ese examen es tan básico, que da pena leer cualquier argumento para justificar las fallas.
Ahora, también, se le olvida al autor argumentar por qué lo que opinan o sugieren estos maestros democráticos es el mejor camino en la educación. Sus argumentos solo son atacar los argumentos de los otros, pero en nada explica o argumenta las bondades de la alternativa que defiende con tanto fervor. Obviamente no lo hace, porque los resultados son impresionantemente malos.
El enlace de descargas no funciona. Ojalá lo puedan arreglar. Gracias.
Hola Edgar, gracias por el comentario ya quedo nuevamente el enlace. Saludos.